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Biografía

Ni esperé las 40 semanas para nacer.

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Tenía como 7 meses de gestación cuando ya me asomaba a descubrir el mundo en plena primavera de 1996.

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Crecí en una familia numerosa, tengo 3 hermanos mayores y 3 hermanos menores. Sí, así es, somos 7. Lo sé, ¡es una locura!

Estuve como en 3 colegios públicos hasta obtener mi bachillerato en 2014.

Ingresé a la Universidad Privada Domingo Savio y elegí la carrera de Ciencias de la Comunicación Social en el 2015, lo cual consideré como mi “vocación” desde que tenía 14 años.

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Mi madre, una mujer de hierro (sin restarle méritos a Margaret Tatcher), quién construyó los cimientos de lo que hoy soy, me enseñó sobre lo bueno y lo malo, pero sobre todo, que las decisiones son responsabilidades solo mías, al contrario de las consecuencias de las mismas que tienen repercusiones no solo en mí, sino también en los que me rodean. Me dio su total confianza al demostrar que creía -y lo sigue haciendo- en que elegiría lo mejor y conveniente, pero a lo lejos siempre me observaba: aplaudía mis éxitos y me corregía cuando erraba,

A pesar de ser instruida bajo principios protestantes desde que tengo memoria, conforme fui creciendo, fui construyendo mi criterio, ampliando mis conocimientos en diferentes direcciones y formándome independientemente de las cosmovisiones inclinándome por diferentes ideologías de las que trato de cernir y obtener la mejor perspectiva.

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Es más, como todos, tuve y tengo temores y debilidades. Mi talón de Aquiles siempre fue la inseguridad en más de una ocasión, eso que no me dejó avanzar por mucho tiempo por el pavor a equivocarme, más aún si se trataba del ámbito laboral.

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Después de todo, la vida te sorprende con las oportunidades, ya había dejado pasar muchas. Hasta que en 2019 postulé a un programa de empoderamiento para jóvenes profesionales de Pablo Alpire Foundation, donde estuve cerca de 7 meses desarrollando mis habilidades profesionales, estando aún en el último semestre de mi carrera. Fue un hito, definitivamente, el detonante que precisaba en un momento de incertidumbre en mi vida. Esta experiencia reforzó mis ideales, mi capacidad de liderazgo, mi gestión de emociones y disolvió significativamente el conflicto entre mi voluntad y mis temores.

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Actualmente continúo mi relación tóxica con el crossfit desde 2017, estoy cursando mis últimas materias de la ¨U¨, y estoy desarrollando 2 proyectos personales.

En fin, no pretendo ser la dueña de la verdad, ni mucho menos la influencer que te va decir todo lo que debes hacer para que tu vida se parezca a la mía, sino que comprendo que puedo ser parte del crecimiento personal de otros jóvenes como yo y quién mejor que otro joven para intercambiar experiencias.

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Considero de que nuestro desafío como jóvenes es aprender a maximizar nuestro potencial y muchos no lo podemos desarrollar por 3 razones:

A) No sabemos cómo y no tenemos quién nos direccione.

B) No sabemos aprovechar las oportunidades. 

C) Nos conformamos con lo que tenemos y donde estamos o simplemente no tomamos la iniciativa para mejorar. Por esto, es que he llegado a la conclusión de que quizá no soy el perfecto ejemplo a seguir, pero soy una joven que tiene la voluntad de compartirte lo poco que sabe, apoyar tus proyectos e ideas y aventurarse a descubrir juntos cosas nuevas con el afán de ser mejores que el día anterior.

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Mucho gusto: Marisol Vaca

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